Abril florecíafrente a mi ventana.Entre los jazminesy las rosas blancasde un balcón florido,vi las dos hermanas.La menor cosía,la mayor hilaba...Entre los jazminesy las rosas blancas,la más pequeñita,risueña y rosada–su aguja en el aire–,miró a mi ventana.La mayor seguía
silenciosa y pálida,el huso en su ruecaque el lino enroscaba.Abril florecíafrente a mi ventana.Una clara tardela mayor llorabaentre los jazminesy las rosas blancas,y ante el blanco linoque en su rueca hilaba.–¿Qué tienes -le dije–,silenciosa pálida?Señaló el vestidoque empezó la hermana.En la negra túnicala aguja brillaba;sobre el blanco velo,el dedal de plata.Señaló a la tardede abril que soñaba,mientras que se oíatañer de campanas.Y en la clara tardeme enseñó sus lágrimas...Abril florecíafrente a mi ventana.Fue otro abril alegrey otra tarde plácida.El balcón florido
solitario estaba...
Ni la pequeñita
risueña y rosada,
ni la hermana triste,
silenciosa y pálida,
ni la negra túnica,
ni la toca blanca...
Tan sólo en el uso
ellino giraba
por mano invisible,
y en la oscura sala
la luna del limpio
espejo brillaba...
Entre los jazmines
y las rosas blancas
del balcón florido,
me miré en la clara
luna del espejo
que lejos soñaba...
Abril florecía
frente a mi ventana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario