domingo, 14 de marzo de 2010

Miguel Hernández Gilabert (1910-1942)[esp], «El herido»

Por los campos luchados se extienden los heridos.
Y de aquella extensión de cuerpos luchadores
salta un trigal de chorros calientes, extendidos
en roncos surtidores.

La sangre huele a mar, sabe a mar y a bodega.
La bodega del mar, del vino bravo, estalla
allí donde el herido palpitante se anega,
y florece y se halla.

Herido estoy, miradme: necesito más vidas.
La que contengo es poca para el gran cometido
de sangre que quisiera perder por las heridas.
Decid quién no fue herido.

Mi vida es una herida de juventud dichosa.
¡Ay de quien no esté herido, de quien jamás se siente
herido por la vida, ni en la vida reposa
herido alegremente.

Si hasta a los hospitales se va con alegría,
se convierten en huertos de heridas entreabiertas,
de adelfos florecidos ante la cirugía
de ensangrentadas puertas.

Miguel Hernández Gilabert (1910-1942)[esp], «Guerra»

Todas las madres del mudo
ocultan el vientre, tiemblan,
y quisieran retirarse,
a virginidades ciegas,
al origen solitario
y el pasado sin herencia.


Pálida, sobrecogida
la virginidad se queda.
El mar tiene sed y tiene
sed de ser agua la tierra.
Alarga la llama el odio
y el clamor cierra las puertas.
Voces como lanzas vibran,
voces como bayonetas.
Bocas como puños vienen,
puños como cascos llegan.
Pechos como muros roncos,
piernas como patas recias.
El corazón se revuelve,
se atorbellina, revienta.
Arroja contra los ojos
súbitas espumas negras.
La sangre enarbola el cuerpo,
precipita la cabeza
y busca un cuerpo, una herida
por donde lanzarse afuera.
La sangre recorre el mundo
enjaulada, insatisfecha.
Las flores se desvanecen
devoradas por la hierba.
Ansias de matar invaden
el fondo de la azucena.
Acoplarse con metales
todos los cuerpos anhelan:
desposarse, poseerse
de una terrible manera.
Desaparecer: el ansia
general, creciente, reina.
Un fantasma de estandartes,
una bandera quimérica,
un mito de patrias: una
grave ficción de fronteras.
Músicas exasperadas,
duras como botas, huellan
la faz de las esperanzas
y de las entrañas tiernas.
Crepita el alma, la ira.
El llanto relampaguea.
¿Para qué quiero la luz
si tropiezo con tinieblas?
Pasiones como clarines,
coplas, trompas que aconsejan
devorarse ser a ser,
destruirse piedra a piedra.
Relinchos, retumbos, truenos.
Salivazos. Besos. Ruedas.
Espuelas. Espadas locas
abren una herida inmensa.
Después, el silencio, mudo
de algodón, blanco de vendas,
cárdeno de cirugía,
mutilado de tristeza.
El silencio. Y el laurel
en un rincón de osamentas.
Y un tambor enamorado,
como un vientre tenso, suena
detrás del innumerable
muerto que jamás se aleja.

Miguel Hernández Gilabert (1910-1942)[esp], «Rueda que irás muy lejos»

Rueda que irás muy lejos.
Ala que irás muy alto.
Torre del día, niño.
Alborear del pájaro.

Niño: ala, rueda, torre.
Pie. Pluma. Espuma. Rayo.
Ser como nunca ser.
Nunca serás en tanto.

Eres mañana. Ven
con todo de la mano.
Eres mi ser que vuelve
hacia su ser más claro.
El universo eres
que guía esperanzado.

Pasión del movimiento,
la tierra es tu caballo.
Cabálgala. Domínala.
Y brotará en su casco
su piel de vida y muerte,
de sombra y luz, piafando.
Asciende. Rueda. Vuela,
creador de alba y mayo.
Galopa. Ven. Y colma
el fondo de mis brazos.

Miguel Hernández Gilabert (1910-1942)[esp], "Elegía primera (A Federico García Lorca)"

-->Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas 
y en traje de cañón, las parameras 
donde cultiva el hombre raíces y esperanzas, 
y llueve sal, y esparce calaveras.


Verdura de las eras, 
¿qué tiempo prevalece la alegría? 
El sol pudre la sangre, la cubre de asechanzas 
y hace brotar la sombra más sombría. 

El dolor y su manto 
vienen una vez más a nuestro encuentro. 
Y una vez más al callejón del llanto 
lluviosamente entro. 

Siempre me veo dentro
de esta sombra de acíbar revocada,
amasada con ojos y bordones,
que un candil de agonía tiene puesto a la entrada
y un rabioso collar de corazones.


Llorar dentro de un pozo,  
en la misma raíz desconsolada 
del agua, del sollozo, 
del corazón quisiera: 
donde nadie me viera la voz ni la mirada, 
ni restos de mis lágrimas me viera. 

Entro despacio, se me cae la frente 
despacio, el corazón se me desgarra 
despacio, y despaciosa y negramente 
vuelvo a llorar al pie de una guitarra.


Entre todos los muertos de elegía, 
sin olvidar el eco de ninguno, 
por haber resonado más en el alma mía, 
la mano de mi llanto escoge uno.



Federico García 
hasta ayer se llamó: polvo se llama. 
Ayer tuvo un espacio bajo el día 
que hoy el hoyo le da bajo la grama.


¡Tanto fue! ¡Tanto fiste y ya no eres! 
Tu agitada alegría, 
que agitaba columnas y alfileres, 
de tus dientes arrancas y sacudes, 
y ya te pones triste, y sólo quieres 
ya el paraíso de los ataúdes.



Vestido de esqueleto,
durmiéndote de plomo,
de indiferencia armado y de respeto,
te veo entre tus cejas si me asomo.


Se ha llevado tu vida de palomo,
que ceñía de espuma
y de arrullos el cielo y las ventanas,
como un raudal de pluma
el viento que se lleva las semanas.



Primo de las manzanas, 
no podrá con tu savia la carcoma, 
no podrá con tu muerte la lengua del gusano, 
y para dar salud fiera a su poma 
elegirá tus huesos el manzano. 

Cegado el manantial de tu saliva,
hijo de la paloma,
nieto del ruiseñor y de la oliva:

serás, mientras la tierra vaya y vuelva,
esposo siempre de la siempreviva,
estiércol padre de la madreselva.

¡Qué sencilla es la muerte: qué sencilla,
pero qué injustamente arrebatada!
No sabe andar despacio y acuchilla
cuando menos se espera su turbia cuchillada.


Tú, el más firme edificio, destruido,
tú, el gavilán más alto, desplomado,
tú, el más grande rugido,
callado, y más callado, y más callado.

Caiga tu alegre sangre de ganado,
como un derrumbamiento de martillos feroces,
sobre quien te detuvo mortalmente.
Salivazos y hoces
caigan sobre la mancha de su frente.


Muere un poeta y la creación se siente

herida y moribunda en las entrañas.
Un cósmico temblor de escalofríos
mueve temiblemente las montañas,
un resplandor de muerte la matriz de los ríos.


Oigo pueblos de ayes y valles de lamentos,
veo un bosque de ojos nunca enjutos,
avenidas de lágrimas y mantos:
y en torbellino de hojas y de vientos,
lutos, tras otros lutos y otros lutos,
llantos, tras otros llantos y otros llantos.


No aventarán, no arrastrarán tus huesos,
volcán de arrope, trueno de panales,
poeta entretejido, dulce, amargo,
que al calor de los besos
sentiste, entre dos largas hileras de puñales,
largo amor, muerte larga, fuego largo.


Para hacer a tu muerte compañía,
vienen poblando todos los rincones
del cielo y de la tierra bandadas de armonía,
relámpagos de azules vibraciones.
Crótalos granizados a montones,
batallones de flautas, panderos y gitanos,
ráfagas de abejorros y violines,
tormentas de guitarras y pïanos,
irrupciones de trompas y clarines.


Pero el silencio puede más que tanto instrumento.


Silencioso, desierto, polvoriento
en la muerte desierta,
parece que tu lengua, que tu aliento
los ha cerrado el golpe de una puerta.


Como si paseara con tu sombra,
paseo con la mía
por una tierra que el silencio alfombra,
que el ciprés apetece más sombría.


Rodea mi garganta tu agonía
como un hierro de horca
y prueba una bebida funeraria.
Tú sabes, Federico García Lorca,
que soy de los que gozan una muerte diaria.

Miguel Hernández Gilabert (1910-1942)[esp], «Canción última»

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.

Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.

Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.

El odio se amortigua
detrás de la ventana.

Será la garra suave.

Dejadme la esperanza.

Francisco de Goya, La nevada o El invierno

Francisco de Goya, La nevada o El invierno
Francisco de Goya, La nevada o El invierno

Poemas de Miguel Hernández 1982. GET "Pérez Comendador". Primera función 27 de mayo de 1982

Poemas de Miguel Hernández 1982. GET "Pérez Comendador". Primera función 27 de mayo de 1982
Así éramos cuando comenzamos. ¡Tan jóvenes todos!

Voces de muerte... 85. GET "Pérez Comendador"

Voces de muerte... 85. GET "Pérez Comendador"
Tiempos heroicos. Mucha ilusión y muchas horas de ensayo

Melpómene y Thánatos 39 -1987. GET "Pérez Comendador"

Melpómene y Thánatos 39 -1987. GET "Pérez Comendador"
¿Realidad, ficción? La estructura más compleja. Pudimos estrenar después de muchísimas horas de ensayo

Estos días azules y este sol de la infancia 1989. GET "Pérez Comendador"

Estos días azules y este sol de la infancia 1989. GET "Pérez Comendador"
Poemas y fragmentos de la vida de Antonio Machado. Renovación del grupo, con algunos actores del primer montaje

El mito de Antígona 1990. GET "Pérez Comendador"

El mito de Antígona 1990. GET "Pérez Comendador"
Oposición al dictador. Adptación de la obra de Espríu, con otros añadidos

Despedidme del sol y de los trigos 1992. GET "Pérez Comendador"

Despedidme del sol y de los trigos 1992. GET "Pérez Comendador"
Miguel Hernández corregido y aumentado (visiblemente mejorado). Cincuenta años de su muerte

Edipo 1994. GET "Pérez Comendador"

Edipo 1994. GET "Pérez Comendador"
Seguimos caminando... Fue una lúcida locura embarcarnos en este montaje. Un año de intensos ensayos para encontrar el ritmo adecuado. El bloque de actores de los dos últimos años lo permitió

Voces de muerte... 1997. GET "Pérez Comendador"

Voces de muerte... 1997. GET "Pérez Comendador"
Retomamos a Lorca en el centenario del nacimiento del poeta

Voces de muerte... 1998. GET "Pérez Comendador"

Voces de muerte... 1998. GET "Pérez Comendador"
Lloramos poemas "En Granada, en su Granada". Al fin sentimos de cerca el latido de los versos de Federico

Homenaje a Federico 1998. GET "Pérez Comendador"

Homenaje a Federico 1998. GET "Pérez Comendador"
Víznar. Donde está su tierra

Electra 1999. GET "Pérez Comendador"

Electra 1999. GET "Pérez Comendador"
Nuevas técnicas, nuevos actores. Nueva experiencia. Otro mito del teatro clásico griego. Universal

Estos días azules 2002. GET "Pérez Comendador"

Estos días azules 2002. GET "Pérez Comendador"
¡Cien representaciones! Volvemos a Machado y vamos a Soria

Despedidme -Recital- 2005. GET "Pérez Comendador"

Despedidme -Recital- 2005. GET "Pérez Comendador"
Con mucho esfuerzo. Con muchísimo esfuerzo de estos tres únicos actores que supieron llenar el escenario

Soñadores 2007. GET "Pérez Comendador"

Soñadores 2007. GET "Pérez Comendador"
Veinticinco años haciendo teatro en el IES "Pérez Comendador" a pesar de las crisis teatrales que nos cercaban

Medea 2008. GET "Pérez Comendador"

Medea 2008. GET "Pérez Comendador"
Otro mito del teatro clásico griego. Universal. Dos años de búsqueda para hacer una Medea reposada y con sentimiento

Una sombra, una ficción 2010 GET "Pérez Comendador"

Una sombra, una ficción 2010 GET "Pérez Comendador"
Seguimos nuestro camino, descubriendo capacidades interpretativas..

Una sombra, una ficción 2011 GET "Pérez Comendador"

Una sombra, una ficción 2011 GET "Pérez Comendador"
Una adaptación reducida de Melpómene... que ha originado una función nueva. Mayo 2011

Una sombra, una ficción 2011. Vídeo. GET "Pérez Comendador" 2011

Una sombra, una ficción 2011 Vídeo Obra completa

https://www.youtube.com/watch?v=CYFeBozEm_g

El bosque del olvido 2012 GET "Pérez Comendador"

El bosque del olvido 2012 GET "Pérez Comendador"
Una bonita experiencia que habrá que repetir pronto. Mayo de 2012

El bosque del olvido 2012. Vídeo. GET "Pérez Comendador" 2012. ¡Lástima que lo hayan retirado!

Viento triste 2013. GET "Pérez Comendador"

Viento triste 2013. GET "Pérez Comendador"
Muchos y nuevos actores. Algunos se quedaron para continuar el trabajo

Viento triste '13 -Vídeo- GET "Pérez Comendador" 2013

Viento triste '14. GET "Pérez Comendador"

Viento triste '14. GET "Pérez Comendador"
Abril de 2014. Nuestra penúltima aventura teatral

Viento triste 14. Vídeo. Primera parte

Viento triste 14. Vídeo. Segunda parte