martes, 28 de enero de 2014

Ricardo Eufemio Molinari (1898-1996)[arg], «Poema de la niña velazqueña»




Ah, si el pueblo fuera tan pequeño
que todas sus calles pasaran por mi puerta.

Yo deseo tener una ventana
que sea el centro del mundo,
y una pena
como la de la flor de la magnolia,
que si la tocan se obscurece.

Por qué no tendrá el pueblo una cintura
amurallada
hasta el día de su muerte,
o un río turbulento que lo rodee
para guardar a la niña velazqueña.

Ah, sus pasos son como los de la paloma,
remansados;
para la amistad yo siempre la pinto sin pareja;
en una de sus manos lleva un globo
de agua,
en el que se ve lo frágil del destino
y lo continuado del vivir.
Su voz
es tan suave, que en su atmósfera convalece
la pena desgraciada,
y como en las coplas:
de su cabellera
nace la noche
y de sus manos el alba.

En qué piedad o dulzura se irán aclimatando
las cosas que ella mira
o le son familiares,
como el incienso,
la goma de limón
y la tardanza
con que siempre la miro.

Por qué no tendrá el pueblo allá
en su fondo,
un acueducto,
para que el paisaje que ven sus ojos
esté húmedo,
y nunca se fatigue de mirarlo.

Yo sé que su bondad
tiene más horas que el día,
y que todos sus pensamientos van entre el alba
y el atardecer
conmoviéndola.
Los días que se van la agrandan.

Qué horizonte estará más cercano
de su corazón,
para encaminar todos mis pasos
hacia él,
aunque se quede descalza la esperanza.

Quién la rescatará de la castidad,
mientras yo sólo anhelo
que en su voz,
algún día, llegue a oírme...


Ricardo Eufemio Molinari (1898-1996)[arg], «Ah, si el pueblo fuera tan pequeño»




Ah, si el pueblo fuera tan pequeño
que todas sus calles pasaran por mi puerta.

Yo deseo tener una ventana
que sea el. centro del mundo,
y una pena
como la de la flor de la magnolia,
que si la tocan se obscurece.

Por qué no tendrá el pueblo una cintura
amurallada
hasta el día de su muerte,
o un río turbulento que lo rodee
para guardar a la niña velazqueña.

Ah, sus pasos son como los de la paloma,
remansados;
para la amistad yo siempre la pinto sin pareja;
en una de sus manos lleva un globo
de agua,
en el que se ve lo frágil del destino
y lo continuado del vivir.
Su voz
es tan suave, que en su atmósfera convalece
la pena desgraciada,
y como en las coplas:
de su cabellera
nace la noche
y de sus manos el alba.

En qué piedad o dulzura se irán aclimatando
las cosas que ella mira
o le son familiares,
como el incienso,
la goma de limón
y la tardanza
con que siempre la miro.

Por qué no tendrá el pueblo allá
en su fondo,
un acueducto,
para que el paisaje que ven sus ojos
esté húmedo,
y nunca se fatigue de mirarlo.

Yo sé que su bondad
tiene más horas que el día,
y que todos sus pensamientos van entre el alba
y el atardecer
conmoviéndola.
Los días que se van la agrandan.

Qué horizonte estará más cercano
de su corazón,
para encaminar todos mis pasos
hacia él,
aunque se quede descalza la esperanza.

Quién la rescatará de la castidad,
mientras yo sólo anhelo
que en su voz,
algún día, llegue a oírme...


Pablo Neruda. Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto (1904-1973)[chl], Veinte poemas de amor y una canción desesperada, -Poema V «Para que tú me oigas…»


        Poema V

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.

Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.

Nicolás Guillén (1902-1989)[cub], «La muralla»




Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
Los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.


-¡Tun, tun!
-¿Quién es?
-Una rosa y un clavel...
-¡Abre la muralla!

-¡Tun, tun!
-¿Quién es?
-El sable del coronel...
-¡Cierra la muralla!

-¡Tun, tun!
-¿Quién es?
-La paloma y el laurel...
-¡Abre la muralla!
-
¡Tun, tun!
-¿Quién es?
-El alacrán y el ciempiés...
-¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla...

Alcemos una muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte...


César Abraham Vallejo (Santiago de Chuco, Perú, 1892-París, Francia, 1938)[per], _España, aparta de mí este cáliz_ (1939), «Masa» (1937)



Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...


Amado Nervo (Tepic, México, 1870-Montevideo, Uruguay, 1919)[méx], «Buen viaje o El barquito de papel»



Con la mitad de un periódico
hice un barco de papel,
en la fuente de mi casa
le hice navegar muy bien.

Mi hermana con su abanico
sopla, y sopla sobre él.
¡Buen viaje, muy buen viaje,
barquichuelo de papel!

José Martí (La Habana, Cuba, 1853-Río Cauto, Cuba, 1895)[esp-cub] , _Versos sencillos_ (1891), «Cultivo una rosa blanca»



     Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

     Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.


José Martí (La Habana, Cuba, 1853-Río Cauto, Cuba, 1895)[esp-cub], _Versos sencillos_ (1891), «Yo soy un hombre sincero»




Yo soy un hombre sincero
De donde crece la palma,
Y antes de morirme quiero
Echar mis versos del alma.

   Yo vengo de todas partes,
Y hacia todas partes voy:
Arte soy entre las artes,
En los montes, monte soy.

   Yo sé los nombres extraños
De las yerbas y las flores,
Y de mortales engaños,
Y de sublimes dolores.

   Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.

   Alas nacer vi en los hombros
De las mujeres hermosas:
Y salir de los escombros,
Volando las mariposas.

   He visto vivir a un hombre
Con el puñal al costado,
Sin decir jamás el nombre
De aquella que lo ha matado.

   Rápida, como un reflejo,
Dos veces vi el alma, dos:
Cuando murió el pobre viejo,
Cuando ella me dijo adiós.

   Temblé una vez —en la reja,
A la entrada de la viña,—
Cuando la bárbara abeja
Picó en la frente a mi niña.

   Gocé una vez, de tal suerte
Que gocé cual nunca:—cuando
La sentencia de mi muerte
Leyó el alcalde llorando.

   Oigo un suspiro, a través
De las tierras y la mar,
Y no es un suspiro,—es
Que mi hijo va a despertar.

   Si dicen que del joyero
Tome la joya mejor,
Tomo a un amigo sincero
Y pongo a un lado el amor.

   Yo he visto al águila herida
Volar al azul sereno,
Y morir en su guarida
La víbora del veneno.

   Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.

   Yo he puesto la mano osada,
De horror y júbilo yerta,
Sobre la estrella apagada
Que cayó frente a mi puerta.

   Oculto en mi pecho bravo
La pena que me lo hiere:
El hijo de un pueblo esclavo
Vive por él, calla y muere.

   Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante,
Antes que luz es carbón.

   Yo sé que el necio se entierra
Con gran lujo y con gran llanto.
Y que no hay fruta en la tierra
Como la del camposanto.

   Callo, y entiendo, y me quito
La pompa del rimador:
Cuelgo de un árbol marchito
Mi muceta de doctor.

martes, 21 de enero de 2014

Miguel Hernández Gilabert (1910-1942)[esp], «Las desiertas abarcas»



Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero
a la ventana fría.
Y encontraba los días
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras.
Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.
Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.
Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.
Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.
Por el cinco de enero
de la majada mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

Francisco de Goya, La nevada o El invierno

Francisco de Goya, La nevada o El invierno
Francisco de Goya, La nevada o El invierno

Poemas de Miguel Hernández 1982. GET "Pérez Comendador". Primera función 27 de mayo de 1982

Poemas de Miguel Hernández 1982. GET "Pérez Comendador". Primera función 27 de mayo de 1982
Así éramos cuando comenzamos. ¡Tan jóvenes todos!

Voces de muerte... 85. GET "Pérez Comendador"

Voces de muerte... 85. GET "Pérez Comendador"
Tiempos heroicos. Mucha ilusión y muchas horas de ensayo

Melpómene y Thánatos 39 -1987. GET "Pérez Comendador"

Melpómene y Thánatos 39 -1987. GET "Pérez Comendador"
¿Realidad, ficción? La estructura más compleja. Pudimos estrenar después de muchísimas horas de ensayo

Estos días azules y este sol de la infancia 1989. GET "Pérez Comendador"

Estos días azules y este sol de la infancia 1989. GET "Pérez Comendador"
Poemas y fragmentos de la vida de Antonio Machado. Renovación del grupo, con algunos actores del primer montaje

El mito de Antígona 1990. GET "Pérez Comendador"

El mito de Antígona 1990. GET "Pérez Comendador"
Oposición al dictador. Adptación de la obra de Espríu, con otros añadidos

Despedidme del sol y de los trigos 1992. GET "Pérez Comendador"

Despedidme del sol y de los trigos 1992. GET "Pérez Comendador"
Miguel Hernández corregido y aumentado (visiblemente mejorado). Cincuenta años de su muerte

Edipo 1994. GET "Pérez Comendador"

Edipo 1994. GET "Pérez Comendador"
Seguimos caminando... Fue una lúcida locura embarcarnos en este montaje. Un año de intensos ensayos para encontrar el ritmo adecuado. El bloque de actores de los dos últimos años lo permitió

Voces de muerte... 1997. GET "Pérez Comendador"

Voces de muerte... 1997. GET "Pérez Comendador"
Retomamos a Lorca en el centenario del nacimiento del poeta

Voces de muerte... 1998. GET "Pérez Comendador"

Voces de muerte... 1998. GET "Pérez Comendador"
Lloramos poemas "En Granada, en su Granada". Al fin sentimos de cerca el latido de los versos de Federico

Homenaje a Federico 1998. GET "Pérez Comendador"

Homenaje a Federico 1998. GET "Pérez Comendador"
Víznar. Donde está su tierra

Electra 1999. GET "Pérez Comendador"

Electra 1999. GET "Pérez Comendador"
Nuevas técnicas, nuevos actores. Nueva experiencia. Otro mito del teatro clásico griego. Universal

Estos días azules 2002. GET "Pérez Comendador"

Estos días azules 2002. GET "Pérez Comendador"
¡Cien representaciones! Volvemos a Machado y vamos a Soria

Despedidme -Recital- 2005. GET "Pérez Comendador"

Despedidme -Recital- 2005. GET "Pérez Comendador"
Con mucho esfuerzo. Con muchísimo esfuerzo de estos tres únicos actores que supieron llenar el escenario

Soñadores 2007. GET "Pérez Comendador"

Soñadores 2007. GET "Pérez Comendador"
Veinticinco años haciendo teatro en el IES "Pérez Comendador" a pesar de las crisis teatrales que nos cercaban

Medea 2008. GET "Pérez Comendador"

Medea 2008. GET "Pérez Comendador"
Otro mito del teatro clásico griego. Universal. Dos años de búsqueda para hacer una Medea reposada y con sentimiento

Una sombra, una ficción 2010 GET "Pérez Comendador"

Una sombra, una ficción 2010 GET "Pérez Comendador"
Seguimos nuestro camino, descubriendo capacidades interpretativas..

Una sombra, una ficción 2011 GET "Pérez Comendador"

Una sombra, una ficción 2011 GET "Pérez Comendador"
Una adaptación reducida de Melpómene... que ha originado una función nueva. Mayo 2011

Una sombra, una ficción 2011. Vídeo. GET "Pérez Comendador" 2011

Una sombra, una ficción 2011 Vídeo Obra completa

https://www.youtube.com/watch?v=CYFeBozEm_g

El bosque del olvido 2012 GET "Pérez Comendador"

El bosque del olvido 2012 GET "Pérez Comendador"
Una bonita experiencia que habrá que repetir pronto. Mayo de 2012

El bosque del olvido 2012. Vídeo. GET "Pérez Comendador" 2012. ¡Lástima que lo hayan retirado!

Viento triste 2013. GET "Pérez Comendador"

Viento triste 2013. GET "Pérez Comendador"
Muchos y nuevos actores. Algunos se quedaron para continuar el trabajo

Viento triste '13 -Vídeo- GET "Pérez Comendador" 2013

Viento triste '14. GET "Pérez Comendador"

Viento triste '14. GET "Pérez Comendador"
Abril de 2014. Nuestra penúltima aventura teatral

Viento triste 14. Vídeo. Primera parte

Viento triste 14. Vídeo. Segunda parte